sábado, 10 de julio de 2010

Roma. Metamorfosis

Apolo se dispone a seguir hablando cuando huye en temerosa
carrera la hija de peneo y lo dejó con la palabra en la boca;
y aún entonces le pareció bonita: el viento desnudaba
su cuerpo, soplos contrarios agitaban el vestido en su dirección
y una ligera brisa hacía retroceder su cabello en movimiento:
la huida aumentaba su belleza. Pero el joven dios no aguanta
más desperdiciar sus requiebros y, tal como le aconsejaba
el mismo Amor, sigue sus huellas a paso desbocado. (...)
Agotadas sus fuerzas, palideció ella y vencida por el esfuerzo
de la rápida huida dijo mirando a las aguas del Peneo:
"¡Ayúdame, padre, si los ríos sois divinidades, echa a perder,
cambiándola, esta figura con la que he gustado demasiado!"
Apenas acabó su plegaria, un pesado sopor invade sus miembros:
una delgada corteza ciñe su tierno pecho,
sus cabellos crecen como hojas, sus brazos como ramas, sus pies ha poco tan veloces se adhieren en raíces perezosas,
en lugar del rostro está la copa: sólo la belleza queda en ella. (...)
Ovidio, Metamorfosis





A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu'el oro escurecían;
de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo 'staban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!
Garcilaso de la Vega






Cuando Gregorio Samsa despertó aquella mañana, luego de un sueño agitado, se encontró en su cama convertido en un insecto monstruoso. Echaba echado sobre el quitinoso caparazón de su espalda y, al levantar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas durezas, cuya prominencia apenas si podía aguantar la colcha, visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia.
-¿Qué ha sucedido?
No, no soñaba.
Franz Kafka, La metamorfosis
Fotografía: Bernini, "Apolo y Dafne"

viernes, 9 de julio de 2010

Roma. Polvo y humo

Entonces Yahvéh Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente. (...) Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas al suelo, pues de él fuiste tomado. Porque eres polvo y al polvo tornarás.
La Biblia, Génesis

Somos polvo y sombra.
Horacio




Somos humo.
Inscripción para un hogar




¡Que tú, mientras vivas, puedas sentir estas cosas por mi ceniza!
La muerte, entonces, en modo alguno me sería amarga.
¡Cuánto temo, Cintia, que, despreciada mi tumba,
Amor, injusto, te aparte de mi ceniza
y te obligue, forzada, a enjugar las lágrimas que caigan!
Una muchacha fiel es doblegada por continuas amenazas.
Por eso, mientras nos sea permitido, juntos gocemos como amantes:
un amor nunca es demasiado largo.
Propercio




Mientras por competir con tu cabello
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello,
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Luis de Góngora




Amor constante más allá de la muerte
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera:
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo

Roma. Carpe diem


Tú no preguntes -¡pecado saberlo!- qué fin a mí, cuál a ti dieron los dioses, Leucónoe, ni las babilonias cábalas consultes. (...) Mientras estamos hablando, habrá escapado envidiosa la edad: aprovecha el día, fiando lo menos posible en el que ha de venir.



Vivir al día.

Horacio



Coge rosas, muchacha, mientras nueva es la flor y nueva tu juventud, y recuerda que tu edad corre tan deprisa como la suya.

Ausonio



Mientras puedas, vive feliz gozando de tus bienes; vive recordando cuán breve es tu vida.



Contento de lo presente, deje el espíritu de inquietarse por lo que ha de venir.

Horacio



Gocemos de las cosas dulces; nuestro es lo que vivimos; pronto serás ceniza, sombra, una fábula.

Persio



Recoged las uvas que penden de cepas llenas.



Coged con mano pronta los frutos que se os escapan.

Ovidio



Vivirá contento y dueño de sí mismo aquel que al cabo de cada día pueda decir: "He vivido."

Horacio



No es inteligente, créeme, decir: "viviré". La vida del mañana está demasiado lejos. Vive hoy.



¿Que vivirás mañana? Ya es tarde, Póstumo, para vivir hoy. El sabio, Póstumo, es el que ya vivió ayer.

Marcial




En tanto que de rosa y azucena

se muestra la color en vuestro gesto,

y que vuestro mirar ardiente, honesto,

enciende el corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena

del oro se escogió, con vuelo presto

por el hermoso cuello blanco, enhiesto,

el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera

el dulce fruto antes que el tiempo airado

cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,

todo lo mudará la edad ligera

por no hacer mudanza en su costumbre.

Garcilaso de la Vega



Apoyándose en la manta esquimal, mirando las velas verdes a través de la copa de vodka (íbamos a ver los peces al Quai de la Mégisserie) era casi sencillo pensar que quizá eso que llamaban la realidad merecía la frase despectiva del Duke, It don't mean a thing if it ain't that swing, pero por qué la mano de Gregorovius había dejado de acariciar el pelo de la Maga, ahí estaba el pobre Ossip más lamido que una foca, tristísimo con el desfloramiento archipretérito, daba lástima sentirlo rígido en esa atmósfera donde la música aflojaba las resistencias y tejía como una respiración común, la paz de un solo enorme corazón latiendo para todos, asumiéndolos a todos. Y ahora una voz rota, abriéndose paso desde un disco gastado, proponiendo sin saberlo la vieja invitación renacentista, la vieja tristeza anacreóntica, un carpe diem Chicago 1929.

You so beautiful but you gotta die some day,

You so beautiful but you gotta die some day,

All I want's a little lovin' before you pass away

de cuando en cuando ocurría que las palabras de los muertos coincidían con lo que estaban pensando los vivos (si unos estaban vivos y los otros muertos). You so beautiful. Je ne veux pas mourir sans avoir compris pourquoi j'avais vécu. (...) Y de golpe, con una desapasionada perfección, Earl Hines proponía la primera variación de "I ain't got nobody", (...)

Julio Cortázar, Rayuela



Fotografía: Maximilien Luce, Quai de la Mégisserie






jueves, 8 de julio de 2010

Roma. La Naturaleza


¡Dichoso aquel que conoce a los dioses del campo, Pan y el viejo Sileno y las ninfas, sus hermanas! (...) Echa mano de los frutos que las ramas o los propios campos le ofrecen benévola y voluntariamente, y no conoce las leyes de hierro, la locura del foro ni los archivos públicos.
Virgilio, Geórgicas
Beatus ille
Dichoso aquél que, lejos de sus ocupaciones, como la primitiva raza de los mortales, labra los campos heredados de su padre con sus propios bueyes, libre de toda usura, y no se despierta, como el soldado, al oír la sanguinaria trompeta de guerra, ni se asusta ante las iras del mar, manteniéndose lejos del foro y de los umbrales soberbios de los ciudadanos poderosos. (...) Le agrada tumbarse unas veces bajo añosa encina, otras sobre el tupido césped; corren entretanto las aguas por los arroyos profundos, los pájaros dejan oír sus quejas en los bosques y murmuran las fuentes con el ruido de sus linfas al manar, invitando con ello al blando sueño. (...) ¿Quién, entre tales deleites, no se olvida de las cuitas desdichadas que el amor conlleva?
Horacio, Epodos
Aurea mediocritas
Más rectamente vivirás, Licinio, si dejas de navegar siempre por alta mar y evitas acercarte demasiado al litoral peligroso, al tiempo que, con cautela, sientes horror ante las borrascas. El que elige la dorada medianía, carece, bien protegido, de la sordidez de una casa vieja; carece, en su sobriedad, de un palacio que cause envidia. (...) En los momentos difíciles muéstrate animoso y fuerte; mas también aprende a replegar las velas hinchadas por un viento demasiado favorable.
Horacio, Odas
Fotografía: Monet






miércoles, 7 de julio de 2010

Roma. De la naturaleza


Expulsado apenas de las partes donde tiene su sede, el semen se retira del resto del cuerpo y, atravesando miembros y órganos, concéntrase en una determinada región de los nervios y excita al momento las partes genitales del cuerpo. Irritadas éstas, se hinchan de semen, y surge el anhelo de expulsarlo contra el objeto delviolento deseo, y el cuerpo busca aquel cuerpo que ha herido el alma de amor.
(...)
Mas no se priva de los frutos de Venus el que evita el amor, antes elige los placeres que están libres de pena. Pues no hay duda de que el goce es más puro para el sano que para el aquejado de pasión. En el momento mismo de la posesión el ardor de los amantes fluctúa incierto y sin rumbo, dudando si gozar primero con las manos o los ojos. Apretujan el objeto de su deseo, infligen dolor a su cuerpo, a veces imprimen los dientes contra los labios amados y los lastiman a fuerza de besos; porque no es puro su placer y un secreto aguijón les instiga a hacer sufrir aquello mismo, sea lo que fuere, de donde surgen estos gérmenes de furor. Pero en el acto amoroso, Venus suspende suavemente el tormento, y la blandura del goce que con él se mezcla refrena los mordiscos. Pues hay la esperanza de que el cuerpo que encendió el fuego de la pasión sea también capaz de extinguir su llama.
(...)
Por fin, cuando el deseo concentrado en los nervios ha encontrado salida, se hace una breve pausa en su violenta pasión. Vuelven luego la misma locura y el mismo frenesí, y porfían en conseguir el objeto de sus ansias, y no pueden descubrir el artificio que venza su mal; así, en profundo desconcierto, sucumben a su llaga secreta.
Lucrecio, De la naturaleza
Se querían
Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.
Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.
Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.
Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.
Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.
Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.
Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.
Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.
Vicente Aleixandre, La destrucción o el amor
Fotografía: Gustav Klimt, El beso

martes, 6 de julio de 2010

Grecia. Tragedia. Antígona

Creonte.-Y tú dime, no por extenso, sino brevemente, ¿sabías que había sido decretado no hacer eso?
Antígona.-Lo sabía. ¿Cómo no había de saberlo, cuando era cosa pública?
Creonte.-Entonces, ¿te atreviste a transgredir estas leyes?
Antígona.-No fue Zeus en modo alguno el que decretó esto, ni la Justicia, que cohabita con las divinidades de allá abajo; de ningún modo fijaron estas leyes entre los hombres. Y no pensaba yo que tus proclamas tuvieran una fuerza tal que siendo mortal se pudiera pasar por encima de las leyes no escritas e inmutables de los dioses. No son de hoy ni de ayer, sino de siempre estas cosas (...) más bien, si el cadáver del nacido de mi madre consintiera yo en dejarlo insepulto, de eso sentiría pesar, pero de esto ahora no me duelo. Y si a ti te parece que ahora estoy llevando a cabo una empresa loca, quizá en cierto modo para un loco es para quien estoy siendo culpable de locura. (...)
A todos los que aquí están podría decirse que esto les agrada, si no fuera que les cierra la boca el miedo. Pero la tiranía, entre otras muchas ventajas, tiene la de poder hacer y decir lo que quiere.
Sófocles, Antígona
http://www.youtube.com/watch?v=gOgBoIbG3Rg





¿Por qué la historia de Antígona ha interesado a los dramaturgos de todas las épocas? George Steiner propone una respuesta convincente: porque reúne los cinco grandes conflictos posibles que puede asumir una obra dramática. Y es muy cierto, ya que Antígona padece en carne propia ser mujer (conflicto entre hombres y mujeres) y adolescente (entre jóvenes y viejos), estar sola (entre un individuo y una sociedad), ser devota (entre dioses y humanos) y piadosa (entre vivos y muertos). Sería, por tanto, la obra teatral que modela el drama universal de la lucha dialéctica entre contrarios.
Jordi Balló y Xavier Pérez, La semilla inmortal




http://www.youtube.com/watch?v=mn79n1NsSkk

En el eje de la historia resultaba decisivo que en el pretérito la madura y enérgica Vienna (Joan Crawford) hubiese perdido al pistolero Johnny Logan (Sterling Hayden) y, por un proceso de sustitución, se hubiera dedicado como prostituta a ganar el dinero suficiente para construir un saloon; (...)
Javier Coma, Diccionario del western clásico

lunes, 5 de julio de 2010

Grecia. Tragedia. Edipo

Edipo.- ¿Y cómo el lecho de mi madre es preciso que yo no tema?
Yocasta.-¿Por qué habría de sentir miedo el hombre, cuando por lo que a él respecta son los acaeceres del azar quienes tienen poder, y su previsión de nada es clara conocedora? Lo mejor es vivir al azar, en la medida que uno pueda. Tú ante las bodas con tu madre no sientas temor. Muchos ya entre los mortales han compartido el lecho con su madre también en sueños. Sin embargo, aquél para el que estas cosas nada valen, ése con absoluta facilidad lleva adelante su vida.
Edipo.-Bien habría sido dicho todo esto por tu parte, si no siguiera en vida la que me engendró. Pero en cambio, puesto que aún vive, absoluta necesidad hay de sentir miedo, aunque bien hables.
Sófocles, Edipo rey





Conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño experimenta respecto a sus padres. En su forma llamada positiva, el complejo se presenta como en la historia de Edipo rey: deseo de muerte del rival que es el personaje del mismo sexo y deseo sexual hacia el personaje del sexo opuesto. En su forma negativa, se presenta a la inversa: amor hacia el progenitor del mismo sexo y odio y celos hacia el progenitor del sexo opuesto. De hecho, estas dos formas se encuentran, en diferentes grados, en la forma llamada completa del complejo de Edipo.
J. Laplanche, J.-B. Pontalis, Diccionario de psicoanálisis






(...) El asesino se despertó antes del amanecer,
Se puso las botas.
Utilizó un rostro de la antigua galería
Y bajó al vestíbulo.
Llegó a una puerta
Y miró hacia el interior.
"-¿Padre?"
"-¿Sí, hijo?-"
"-Quiero matarte-"
"-¡Madre! Quiero..."
The Doors, "The end"

http://www.youtube.com/watch?v=QHFK1yKfiGo

domingo, 4 de julio de 2010

Grecia. El laberinto



A su llegada a Creta, Teseo fue recluido, junto con sus compañeros, en el Laberinto que era el "palacio" del Minotauro. Sin embargo, antes había sido visto por Ariadna, una de las hijas de Minos; la muchacha se había enamorado de él y le había dado un ovillo de hilo, que debía ayudarle a no perderse en el Laberinto. (...) Una vez hubo dado muerte al Minotauro (a puñetazos), hundió los navíos cretenses para impedir todo intento de persecución, y por la noche se hizo a la vela acompañado de Ariadna y de los jóvenes atenienses a quienes había salvado con su proeza.

Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana





Cual es fama que, en otro tiempo, allá en la alta Creta, el laberinto contenía un camino entretejido de senderos mil, dudoso y perdedizo, de paredes ciegas, y en la confusión de una tal madeja la ruta se perdía, y era el yerro irremediable.
Virgilio, Eneida






Minos decide ocultar esa vergüenza de su matrimonio encerrándole entre los ciegos corredores de un complejo edificio. Dédalo, famosísimo por su talento en el arte de la arquitectura, lleva a cabo la obra, confundiendo las señales e induciendo los ojos a error con los sinuosos recodos de múltiples caminos. Así como el cristalino meandro juega en los campos de Frigia, y fluyendo y refluyendo con ambiguo curso corre hacia su propia corriente mirando hacia las aguas que aún tienen que llegar y hace correr sus olas sin tregua con rumbo incierto, unas veces hacia su manantila, otras hacia el mar abierto, así Dédalo llena de engaños los innumerables pasajes, y a él mismo le cuesta regresar a la salida, tanto es el artificio de aquella construcción.
Ovidio, Metamorfosis





Desde entonces no me duele la soledad, porque sé que vive mi redentor y al fin se levantará sobre el polvo. Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos. Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas. ¿Cómo será mi redentor?, me pregunto. ¿Será un toro o un hombre? ¿Será tal vez un toro con cara de hombre? ¿O será como yo?

El sol de la mañana reverberó en la espada de bronce. Ya no quedaba ni un vestigio de sangre.

-¿Lo creerás, Ariadna? -dijo Teseo-. El minotauro apenas se defendió.
Jorge Luis Borges, "La casa de Asterión"






(...) había llegado también el momento de cubrir los propios secretos, y avergonzarse al fin de ellos. El ateniense Dédalo construye en Creta un edificio que esconde detrás de la piedra tanto el misterio (el trazado por la danza) como la vergüenza (Asterio, el Minotauro). Desde entonces, y hasta hoy, el misterio es también aquello de lo que nos avergonzamos.
Roberto Calasso, Las bodas de Cadmo y Harmonía





(...) El hilo se ha perdido; el laberinto se ha perdido también. Ahora ni siquiera sabemos si nos rodea un laberinto, un secreto cosmos, o un caos azaroso. Nuestro hermoso deber es imaginar que hay un laberinto y un hilo. Nunca daremos con el hilo; acaso lo encontramos y lo perdemos en un acto de fe, en una cadencia, en el sueño, en las palabras que se llaman filosofía o en la mera y sencilla felicidad.
Cnossos, 1984
Jorge Luis Borges, "El hilo de la fábula"






http://www.youtube.com/watch?v=dYirAi6TSYI


Vincenzo Natali, "Cube"







http://www.youtube.com/watch?v=p3wzNdEGlPw


Universidad del Cine de Buenos Aires, "Moebius"





Foto: Monumento a la Shoá, Berlín

sábado, 3 de julio de 2010

Grecia. Misantropía



-¿Qué odias más, la tiniebla o la luz, oh Timón, que ya has muerto?

-La tiniebla, pues hay más gente en el Hades.

Calímaco, "Timón, implacable misántropo"





L'ami du genre humain n'est point du tout mon fait.


Molière, Le misanthrope







No es fácil saber cómo ha de portarse un hombre para hacerse un mediano lugar en el mundo. Si uno aparenta talento o instrucción, se adquiere el odio de las gentes, porque le tienen por soberbio, osado y capaz de cosas grandes. Si, al contrario, uno es humilde y comedido, le desprecian por inútil y necio. Si ven que uno es algo cauto, prudente y detenido, le tienen por vengativo y traidor. Si es uno sincero, humano y fácil de reconciliarse con el que le ha agraviado, le llaman cobarde y pusilánime; si procura elevarse, ambicioso; si se contenta con la medianía, desidioso; si sigue la corriente del mundo, adquiere nota de adulador; si se opone a los delirios de los hombres, sienta plaza de extravagante. Estas consideraciones, pesadas con madurez y confirmadas con tantos ejemplos como abundan, le dan al hombre gana de retirarse a lo más desierto de nuestra África, huir de sus semejantes y escoger la morada de los desiertos o montes entre fieras y brutos.
José Cadalso, Cartas marruecas






En cada país, los vicios y los males universales de los hombres y de la sociedad humana se señalan como específicos del lugar. (...) como si en otros sitios las cosas se condujesen de otra manera. Los hombres son miserables por necesidad y están resueltos a creerse miserables por accidente.

(...)

Hombres insignes por probidad son para el mundo aquellos de los que, teniendo familiaridad con ellos, puedes, sin esperar favor alguno, no temer ningún disfavor.

Giacomo Leopardi

viernes, 2 de julio de 2010

Grecia. Un amigo

Alguien me contó tu muerte, Heraclito, y mi llanto
provocó; recordé cuántas veces ponerse
el sol vimos charlando. Y ahora, ya no eres, amigo
de Halicarnaso, sino vieja ceniza, pero
vivirá el ruiseñor de tus cantos y nunca su mano
pondrá en ellos Hades, que todo lo arrebata.
Calímaco, La muerte de un amigo






Se habían conocido como enemigos, y deberían haberse matado. Pero, cuando se vieron y estaban a punto de batirse en duelo, se admiraron. A cada uno de ellos le gustaba la belleza y la fuerza del otro. A partir de entonces se hicieron compañeros de aventuras. Y nunca Teseo fue tan feliz como con Piritoo, al inventar hazañas escarnecedoras, al realizarlas, al contarlas después. Ambos sabían, habían visto el mundo, habían matado bestias míticas, habían raptado a jóvenes reales. Nada podría separarles, desde luego no una mujer. (...) Un día Piritoo se sintió solo, hacía poco que había muerto su esposa Hipodamía. Pensó en visitar a su amigo Teseo, en Atenas. Y el viudo encontró a otro viudo: Fedra se había ahorcado. Como tantas otras veces, hablaron largo y tendido, y no tardaron en proyectar nuevas hazañas. (...) Cuando se hubieron apoderado de helena, se la jugaron a los dados. Venció Teseo. (...) Y un día pensaron, siempre juntos, en esas conversaciones cifradas que eran el placer más grande de su vida (ni las mujeres ni la pura aventura les proporcionaban, en el fondo, otro igual), que después de haber recorrido prácticamente toda la tierra, les quedaba aún por invadir el reino subterráneo. De la misma manera que habían raptado princesas terrestres, ¿por qué no raptar ahora reinas divinas? ¿Quien ha burlado el reino de los vivos no podrá burlar también el reino de los muertos? Así que Piritoo y Teseo descendieron al Hades para raptar a su reina.
Roberto Calasso, Las bodas de Cadmo y Harmonía






El ímpetu cruel de mi destino,
¡cómo me arroja miserablemente
de tierra en tierra, de una en otra gente,
cerrando a mi quietud siempre el camino!

¡Oh, si tras tanto mal grave y contino,
roto su velo mísero y doliente,
el alma, con un vuelo diligente,
volviese a la región de donde vino!

Iríame por el cielo en compañía
del alma de algún caro y dulce amigo,
con quien hice común acá mi suerte.

¡Oh, qué montón de cosas le diría,
cuáles y cuántas, sin temer castigo
de fortuna, de amor, de tiempo y muerte!
Francisco de Aldana





ELEGÍA
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como el rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería).
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.

Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento,
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.

Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.

Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.

Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.

Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.

A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
10 de enero de 1936
Miguel Hernández





Querida Hannah:
Ésta es la segunda carta que te escribo, descarté la primera por demasiado aburrida. ¿Vendrás con Heinrich la primera quincena de septiembre? Espero que sí. Tengo unas ganas tremendas de hablar contigo. Estoy harta de la charlatanería mundana del Cabo en verano; necesito aire. No sé por qué, pero nuestras defensas se resquebrajaron y cedimos a la implacable racha de invitaciones que hubo que dar y recibir. La primera parte del verano fue maravillosa, pero en las tres últimas semanas hemos estado, como invertebrados, respondiendo al clamor misterioso de las obligaciones sociales. Recepciones al aire libre para cientos de personas. Se oye el ruido y, literalmente, se huelen los vapores del alcohol a un kilómetro de distancia. Uno decide no ir y entonces, vaya a saber por qué, en el último minuto, se encuentra allí por temor de perderse algo. (...) exhalan un tufo a aburrimiento insultante.
Hannah Arendt y Mary McCarthy, Entre amigas






http://www.youtube.com/watch?v=XHlcW_lKPl4

When you're down and troubled
And you need some loving care
And nothing, nothing is going right
Close your eyes and think of me
And soon I will be there
To brighten up even your darkest night
You just call out my name
And you know wherever I am
I'll come running to see you again
Winter, spring, summer or fall
All you have to do is call
And I'll be there
You've got a friend
If the sky above you
Grows dark and full of clouds
And that old north wind begins to blow
Keep your head together
And call my name out loud
Soon you'll hear me knocking at your door
You just call out my name
And you know wherever I am
I'll come running to see you
Winter, spring, summer or fall
All you have to do is call
And I'll be there
Ain't it good to know that you've got a friend
When people can be so cold
They'll hurt you, and desert you
And take your soul if you let them
Oh, but don't you let them
You just call out my name
And you know wherever I am
I'll come running to see you again
Winter, spring, summer or fall
All you have to do is call
And I'll be there
You've got a friend
Carole King, "You've got a friend"






http://www.youtube.com/watch?v=EmOtWyjs8iU

What would you think if I sang out of tune,
Would you stand up and walk out on me ?
Lend me your ears and I'll sing you a song
And I'll try not to sing out of key.
Oh, I get by with a little help from my friends Mm,
I get high with a little help from my friends Mm,
gonna try with a little help from my friends
What do I do when my love is away? (Does it worry you to be alone ?)
How do I feel by the end of the day? (Are you sad because you're on your own ?)
No, I get by with a little help from my friends
Mm, I get high with a little help from my friends
Mm, gonna try with a little help from my friends
Do you need anybody?
I need somebody to love
Could it be anybody?
I want somebody to love.
Would you believe in a love at first sight?
Yes, I'm certain that it happens all the time
What do you see when you turn out the light?
I can't tell you but I know it's mine,
Oh, I get by with a little help from my friends
Mm, I get high with a little help from my friends
Mm, gonna try with a little help from my friends
Do you need anybody?
I just need someone to love
Could it be anybody?
I want somebody to love.
Oh, I get by with a little help from my friends with a little help from my friends
The Beatles, "With a little help from my friends"

jueves, 1 de julio de 2010

Grecia. Amor y soledades

Dicen unos que un ecuestre tropel, la infantería
otros, y ésos, que una flota de barcos resulta
lo más bello en la oscura tierra, pero yo digo
que es lo que uno ama.
Y es muy fácil hacerlo comprensible a cualquiera.
Pues aquella que mucho en belleza aventajaba
a todos los humanos, Helena, a su esposo,
un príncipe ilustre,
lo abandonó y marchóse navegando haciaTroya,
sin acordarse ni de su hija ni de sus padres
en absoluto, sino que la sedujo Cipris.
(...)
Safo




Ya se ocultó la luna
y las Pléyades. Promedia
la noche. Pasa la hora.
Y yo duermo sola.
Safo



Bed's too big without you
Cold wind blows right thru my open door
I can't sleep with your memory
Dreaming dreams of what used to be
When she left I was cold inside
That look on my face was just pride
No regrets no love no tears
Living on my own was the least of my fears
Bed's too big without you
The bed's too big without you
The bed's too big Without you
Since that day when you'd gone
Just had to carry on
I get thru day but late at night
Made love to my pillow but it didn't feel right
Every day, just the same
Old rules for the same old game
All I gained was heartache
All I made was one mistake
Now the bed's too big without you
The bed's too big without you
The bed's too big without you
The Police, "Bed's too big without you"

http://www.youtube.com/watch?v=stlKHh_f0-0




Dulce madre mía, no puedo ya tejer mi tela,
consumida de amor por un joven, vencida por la suave
Afrodita.
Safo






Pues yo he sido ya, antaño, muchacho y muchacha,

y un arbusto y un pájaro y un pez escamoso en el mar.

Empédocles de Agrigento

Grecia. La vejez

¿Qué vida, qué placer hay al margen de la áurea Afrodita?
Morirme quisiera cuando ya no me importen
el furtivo amorío y sus dulces presentes y el lecho,
las seductoras flores que da la juventud
a hombres y mujeres. Pues más tarde acude penosa
la vejez, que a un tiempo feo y débil deja al hombre.
De continuo agobian su mente tristes presentimientos
y no disfruta ya al contemplar los rayos del sol,
entonces es odioso a los niños, y despreciable a las mujeres.
¡Tan horrible implantó la divinidad la vejez!
Mimnermo de Colofón, "Los placeres y los días"

Se encalma el mar cuando los vientos ceden;

y así nos aquietamos cuando cesan

las pasiones; que entonces conocemos

cuán vano era jactarnos de cosas huidizas,

que es seguro perder. Nubes de afecto

nos llegan de los ojos de los jóvenes

a cubrir el vacío que la edad nos descubre.

Arruinada y caída, deja paso

la cabaña sombría de nuestra alma,

por las grietas del tiempo a una luz nueva.

La decadencia misma hace más fuerte al hombre,

más sabio, al acercarse a su morada eterna.

Y mientras deja el viejo, entrambos mundos

abarca juntamente, en el umbral del nuevo.

Edmund Waller


Límites

Hay una línea de Verlaine que no volveré a recordar,

Hay una calle próxima que está vedada a mis pasos,

Hay un espejo que me ha visto por última vez,

Hay una puerta que he cerrado hasta el fin del mundo

Entre los libros de mi biblioteca (estoy viéndolos)

Hay alguno que ya nunca abriré.

Este verano cumpliré cincuenta años;

La muerte me desgasta, incesante.
De INSCRIPCIONES, (Montevideo, 1923), de Julio Platero Haedo

Jorge Luis Borges

May God bless and keep you always

May your wishes all come true

May you always do for others

And let others do for you.

May you build a ladder to the stars

And climb on every rung

May you stay forever young

Forever young, forever young

May you stay forever young.

May you grow up to be righteous

May you grow up to be true

May you always know the truth

And see the lights surrounding you.

May you always be courageous

Stand upright and be strong

May you stay forever young

Forever young, forever young,

May you stay forever young.

May your hands always be busy

May your feet always be swift

May you have a strong foundation

When the winds of changes shift.

May your heart always be joyful

May your song always be sung

May you stay forever young

Forever young, forever young,

May you stay forever young.

Bob Dylan, "Forever young"

http://www.youtube.com/watch?v=favgoOn-U1I



Grecia. Ansias. Un mercenario

Jugueteaba ella con un ramo de mirto
y una linda flor del rosal...
Su melena
le aureolaba de sombra los hombros y la frente.
...De su perfumado cabello y su pecho
hasta un viejo se habría enamorado.
Tal ansia de amor me envolvió el corazón
y densa niebla derramó sobre mis ojos
robando de mi pecho el suave sentido.
Yazgo, infeliz, por la pasión vencido,
sin vida, hasta los huesos traspasado
de fieros dolores que los dioses me envían.
Pero el perturbador deseo me domina
y no me cuido de yambos ni placeres.
Ojalá que pudiera tocar la mano de Neobula...
Y caer, presto a la acción, sobre el odre,
y aplicar el vientre al vientre y mis muslos a sus muslos.
Arquíloco de Paros, "Ansias de amor"






En la lanza tengo mi pan negro, en la lanza
mi vino de Ismaro, y bebo apoyado en mi lanza.
Arquíloco de Paros, "Un mercenario"

miércoles, 30 de junio de 2010

Grecia. La Edad de Oro



Ahora si quieres te contaré brevemente otro relato, aunque sabiendo bien -y tú grabátelo en el corazón- cómo los dioses y los hombres mortales tuvieron un mismo origen.
Al principio los Inmortales que habitan mansiones olímpicas crearon una dorada estirpe de hombres mortales. Existieron aquellos en tiempos de Cronos, cuando reinaba en el cielo; vivían como dioses, con el corazón libre de preocupaciones, sin fatiga ni miseria; y no se cernía sobre ellos la vejez despreciable, sino que, siempre con igual vitalidad en piernas y brazos, se recreaban con fiestas ajenos a todo tipo de males. Morían como sumidos en un sueño; poseían toda clase de alegrías, y el campo fértil producía espontáneamente abundantes y excelentes frutos. Ellos contentos y tranquilos alternaban sus faenas con numerosos deleites. Eran ricos en rebaños y entrañables a los dioses bienaventurados.
Hesíodo, Los trabajos y los días




Dichosa edad y siglos dichosos aquellos a quien los antiguos pusieron nombre de dorados, y no porque en ellos el oro, que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima, se alcanzase en aquella venturosa sin fatiga alguna, sino porque entonces los que en ella vivían ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío.
Eran en aquella santa edad todas las cosas comunes; a nadie le era necesario para alcanzar su ordinario sustento tomar otro trabajo que alzar la mano, y alcanzarle de las robustas encinas que liberalmente les estaban convidando con su dulce y sazonado fruto. Las claras fuentes y corrientes ríos, en magnífica abundancia, sabrosas y transparentes aguas les ofrecían.
En las quiebras de las peñas y en lo hueco de los árboles formaban su república las solícitas y discretas abejas, ofreciendo a cualquier mano, sin interés alguno, la fértil cosecha de su dulcísimo trabajo.
Los valientes alcornoques despedían de sí, sin otro artificio que el de su cortesía, sus anchas y livianas cortezas, con que se comenzaron a cubrir las casas, sobre rústicas estacas sustentadas, no más que para defensa de las inclemencias del cielo.
Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia; aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre, que ella, sin ser forzada, ofrecía por todas las partes de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían.
(...) No había la fraude, el engaño ni la malicia mezclándose con la verdad y llaneza. La justicia se estaba en sus propios términos, sin que la osasen turbar ni ofender los del favor y los del interese, que tanto ahora la menoscaban, turban y persiguen.
(...) no había que juzgar, ni quien fuese juzgado.
Miguel de Cervantes, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha

Imagine there's no Heaven

It's easy if you try

No hell below us

Above us only sky

Imagine all the people

Living for today

Imagine there's no countries

It isn't hard to do

Nothing to kill or die for

And no religion too

Imagine all the people

Living life in peace

You may say that I'm a dreamer

But I'm not the only one

I hope someday you'll join us

And the world will be as one

Imagine no possessions

I wonder if you can

No need for greed or hunger

A brotherhood of man

Imagine all the people

Sharing all the world

You may say that I'm a dreamer

But I'm not the only one

I hope someday you'll join us

And the world will live as one

John Lennon, "Imagine"

http://www.youtube.com/watch?v=6GAHFrLAxzM



Grecia.









Que cada cual sea a su manera griego, pero que lo sea.
Goethe


Afirmamos que el esplendor del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con grandes tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... Un automóvil rugiente que parece que corre sobre la metralla es más bello que la "Victoria de Samotracia".


Marinetti, Manifiesto futurista

Grecia. Hesíodo. Dioses. La mujer

¡Salud, hijas de Zeus! otorgadme el hechizo de vuestro canto. Celebrad la estirpe sagrada de los sempiternos Inmortales, los que nacieron de gea y del estrellado Urano, los que nacieron de la tenebrosa Noche y los que crió el salobre Ponto. (...)
En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre segura de todos los Inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo. (...) Por último, Eros, el más hermoso entre los dioses inmortales, que afloja los miembros y cautiva de todos los dioses y todos los hombres el corazón y la sensata voluntad en sus pechos. (...)
Hesíodo, Teogonía


Al instante, de tierra moldeó el ilustre Patizambo una figura tal como de candorosa doncella de acuerdo con los designios del Crónida. La vistió y engalanó la diosa de ojos glaucos Atenea. Sobre su pecho colocaron las divinas Gracias y la venerable Persuasión collares de oro. Y las Horas de hermosas melenas la coronaron con flores de primavera. De ajustar a su cuerpo todo el tocado se encargó Palas Atenea. Y el mensajero Matador de Argos implantó en su pecho falsedades, palabras taimadas y un voluble carácter según las órdenes de Zeus, de sordo retumbo. Le infundió el habla el heraldo de los dioses, y llamó a esta mujer Pandora, porque todos los que tienen mansiones olímpicas le dieron su regalo, desdicha para los hombres comedores de pan. (...)
El caso es que antes vivían sobre la tierra las tribus de los hombres lejos de los males, tanto del duro trabajo como de las angustiosas enfermedades, que traen a los hombres la muerte. Pero la Mujer, al levantar con sus manos la gran tapade la tinaja, los esparció y trajo a los hombres calamidades terribles.
Hesíodo, Los trabajos y los días

Grecia. Homero


Viejo y ciego, Homero invernaba en Samos (...) Homero se acercaba, seguido de los niños, a las casas de los ricos de Samos. Anunciaba que sus puertas estaban a punto de abrirse por sí solas, y que donde había riqueza entraría riqueza, y con la riqueza "el ánimo fiel y la buena paz". El aedo canta, el rico se asoma y da una ofrenda al viejo con su séquito de chiquillos. Y, aunque no dé nada, poco importa. Homero volverá, como las golondrinas. Pero debe irse, porque su morada es errante. Un día Homero se fue para siempre, y los niños de Samos siguen entonando, en las fiestas de Apolo, su canto de mendigo a la puerta de los ricos.
(...)
La salida de la opacidad profana, la intensificación de la vida hacia cualquier dirección, hacia el honor o la muerte, la victoria o el sacrificio, las bodas o la súplica, la iniciación o la posesión, la purificación o el luto, hacia todo lo que escuece y exige un significado, era caracterizada por los griegos por la aparición de vendas ondulantes de lana; en su mayoría blancas o rojas, anudadas alrededor de la cabeza, de los brazos, de un ramo, de una proa, de una estatua (...) ¿Qué anunciaban esas vendas, esas cintas? Un excedente, una estela fluctuante que se sumaba a un ser o a una cosa. Y al mismo tiempo una atadura que ligaba ese ser o esa cosa. (...)
Pero ¿qué era ese vínculo? Era el momentáneo aflorar a la luz de una malla de esa red invisible que envuelve el mundo, que desciende del cielo a la tierra, los une y oscila al viento. Los hombres no podrían soportar ver perennemente esa red en su totalidad: se enredarían inmediatamente en ella y les ahogaría. Pero cada vez que alguien actúa o sufre -pero todo actuar es un sufrir, y todo sufrir es un actuar- algo exaltante, que evoca la intensidad y el sentido, afloran las vendas. (...)
Todas estas vendas, estas cintas aldas y vanas eran nervios del nexus rerum, de la conexión del todo con el todo, que es la única que da un sentido a la vida. (...) Pero no siempre podemos verlas ni debemos intentarlo, porque quedaríamos paralizados o prisioneros. Las sentimos revolotear alrededor de nosotros apenas algo rompe la indiferencia y nos damos cuenta de que somos arrastrados por una corriente que mana desde arriba. Y sólo en raras ocasiones las vendas se tuercen y se enredan alrededor de nosotros apenas algo rompe la indiferencia y nos damos cuenta de que somos arrastrados por una corriente que mana desde arriba. Y sólo en raras ocasiones las vendas se tuercen y se enredan alrededor de nosotros hasta que su extremo libre se anuda a otro extremo libre. Entonces estamos dulcemente asediados por las vendas, que forman un círculo. Y eso es la corona, lo perfecto.
Roberto Calasso, Las bodas de Cadmo y Harmonía

lunes, 28 de junio de 2010

Grecia. Homero. El arte

Arte poética
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
Sentir que la vigilia es otro sueño
que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.
Ver en el día o en el año un símbolo
de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,
ver en la muerte el sueño, en el ocaso
un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.
A veces en las tardes una cara
nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios,
lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.
También es como el río interminable
que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable.
Jorge Luis Borges

Grecia. Homero. La nostalgia y el retorno.

¡Feliz quien, como Ulises, ha hecho un largo viaje,
igual que aquél que conquistó el toisón,
y ha regresado luego, sabio y lleno de experiencia,
para vivir entre su gente el resto de sus días!
¿Cuándo volveré a ver, ay, de mi pequeño pueblo
humear la chimenea, y qué estación será
cuando vea de nuevo el jardín de mi pobre casa,
que es para mí todo un reino, y mucho más aún?
Amo más la morada que erigieron mis abuelos
que de los palacios romanos las soberbias fachadas;
más que el mármol duro amo la arcilla fina,
más mi Loira galo que el latino Tíber,
más mi pequeño Lire que el alto Palatino,
y más que el aire del mar la dulzura angevina.

Joachim du Bellay


Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,
pide que tu camino sea largo, rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.

Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar, y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuando puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en la memoria.

Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;

y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te regaló un hermoso viaje.

Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.
Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca.

Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya qué significan las Ítacas.
Konstantino Kavafis

Quan surts per fer el viatge cap a Itaca

has de pregar que el camí sigui llarg,

ple d'aventures, ple de coneixences.

Has de pregar que el camí sigui llarg,

que siguin moltes les matinades,

que entraràs en un port que els teus ulls ignoraven,

i vagis a ciutats a aprendre dels que saben.

Tingues sempre al cor la idea d'Itaca.

Has d'arribar-hi, és el teu destí,

però no forcis gens la travessia.

És preferible que duri molts anys

que siguis vell quan fondegis l'illa,

ric de tot el que hauràs guanyat fent el camí

sense esperar que et doni més riqueses.

Itaca t'ha donat el vell viatge,

sense ella no hauries sortit.

I si la trobes pobre, no és que Itaca

t'hagi enganyat. Sabi com bé t'has fet

sabràs el que volen dir les Itaques.

Adaptación de Lluís Llach sobre una versión de Carles Riba de "Itaca" de Kavafis

http://www.youtube.com/watch?v=hNVJpIRt_JQ

Mercè

Mercè,

Palma m'és llunyana

sóc lluny dels carrers

lluny dels ametllers

i d'aquells carrers que clou la murada.

Mercè,

lluny del teu esguard

i del vent tranquil

de la casa clara.

Mercè,

Lluny d'aquells terrats

on els gorrions s'estimen i canten,

i les monges estenen

els pecats del món i la roba blanca.

I un frare balla

arran de teulada

esperant prendre el vol

cap al cel tan blau

faldilles en l'aire.

Mercè,

taronges i flors damunt de la taula,

les gavines t'acompanyin

el lent caminar cap a l'horabaixa.

Sempre tornaré

a la nostra platja

les ones no em deixen, mu mare,

allunyar-me'n massa.

Maria del Mar Bonet

http://youtube.com/watch?v=nskvt2Q6vjU

Volver

Yo adivino el parpadeo

de las luces que a lo lejos

van marcando mi retorno.

Son las mismas que alumbraron

con sus pálidos reflejos

hondas horas de dolor.

Y aunque no quise el regreso

siempre se vuelve al primer amor.

La quieta calle donde el eco dijo:

"Tuya es su vida, tuyo es su querer"

bajo el burlón mirar de las estrellas

que con indiferencia hoy me ven volver.

Volver,

con la frente marchita,

las nieves del tiempo

platearon mi sien.

Sentir,

que es un soplo la vida,

que veinte años no es nada,

que febril la mirada

errante en las sombras

te busca y te nombra.

Vivir,

con el alma aferrada

a un dulce recuerdo

que lloro otra vez.

Tengo miedo del encuentro

con el pasado que vuelve

a enfrentarse con mi vida.

Tengo miedo de las noches

que, pobladas de recuerdos,

encadenen mi soñar.

Pero el viajero que huye,

tarde o temprano detiene su andar.

Y aunque el olvido que todo destruye

haya matado mi vieja ilusión,

guardo escondida una esperanza humilde

que es toda la fortuna de mi corazón.

Alfredo Le Pera

http://www.youtube.com/watch?v=I5JQ1m3mxKw

En Junín o en Tapalquén refieren la historia. Un chico desapareció después de un malón; se dijo que lo habían robado los indios. Sus padres lo buscaron inútilmente; al cabo de los años, un soldado que venía de tierra adentro les habló de un indio de ojos celestes que bien podría ser su hijo. Dieron al fin con él ( la crónica ha perdido las circunstancias y no quiero inventar lo que no sé) y creyeron reconocerlo. El hombre, trabajado por el desierto y por la vida bárbara, ya no sabía oír las palabras de la lengua natal, pero se dejó conducir, indiferente y dócil, hasta la casa. Ahí se detuvo, tal vez porque los otros se detuvieron. Miró la puerta, como sin entenderla. De pronto bajó la cabeza, gritó, atravesó corriendo el zaguán y los dos largos patios y se metió en la cocina. Sin vacilar, hundió el brazo en la ennegrecida campana y sacó el cuchillito de mango de asta que había escondido ahí, cuando chico. Los ojos le brillaron de alegría y los padres lloraron porque habían encontrado al hijo.
Acaso a este recuerdo siguieron otros, pero el indio no podía vivir entre paredes y un día fue a buscar su desierto. Yo querría saber qué sintió en aquel instante de vértigo en que el pasado y el presente se confundieron; yo querría saber si el hijo perdido renació y murió en aquel éxtasis o si alcanzó a reconocer, siquiera como una criatura o un perro, los padres y la casa.

Jorge Luis Borges, "El cautivo"

Odisea, libro vigésimo tercero

Ya la espada de hierro ha ejecutado

La debida labor de la venganza;

Ya los ásperos dardos y la lanza

La sangre del perverso han prodigado.

A despecho de un dios y de sus mares

A su reino y su reina ha vuelto Ulises,

A despecho de un dios y de los grises

Vientos y del estrépito de Ares.

Ya en el amor del compartido lecho

Duerme la clara reina sobre el pecho

De su rey pero ¿dónde está aquel hombre

Que en los días y noches del destierro

Erraba por el mundo como un perro

Y decía que Nadie era su nombre?

Jorge Luis Borges

Grecia. Homero. El reconocimiento


El reconocimiento o anagnórisis es el paso de la ignorancia al conocimiento. Provoca amistad u odio en quienes están destinados a la felicidad o a la desdicha.
(...) los reconocimientos que resultan de la peripecia son mejores, como el caso de Ulises en la escena del baño.
Aristóteles, Poética
Así dijo; la anciana tomó un caldero reluciente y le lavaba los pies; echó mucha agua fría y sobre ella derramó caliente. Entonces Odiseo se sentó junto al hogar y se volvió rápidamente hacia la oscuridad, pues sospechó enseguida que ésta, al cogerlo, podría reconocer la cicatriz y sus planes se harían manifiestos. La anciana se acercó a su soberano y lo lavaba. Y enseguida reconoció la cicatriz que en otro tiempo le hiciera un jabalí con su blanco colmillo. (...) La anciana tomó entre las palmas de sus manos esta cicatriz y la reconoció después de examinarla. (...) El gozo y el dolor invadieron al mismo tiempo el corazón de la anciana y sus dos ojos se llenaron de lágrimas (...) "Sin duda eres Odiseo, hijo mío: no te había reconocido antes de ahora (...)
Homero, Odisea, El reconocimiento por la cicatriz
Entonces un perro que estaba tumbado enderezó la cabeza y las orejas, el perro Argos, a quien el sufridor Odiseo había criado, aunque no pudo disfrutar de él, pues antes se marchó a la divina Ilión. (...) Cuando vio a Odiseo cerca, entonces sí que movió la cola y dejó caer sus orejas, pero ya no podía acercarse a su amo. Entonces Odiseo, que lo vio desde eljos, se enjugó una lágrima (...) Y a Argos le arrebató el destino de la negra muerte al ver a Odiseo después de veinte años.
Homero, Odisea, Argos reconoce a Ulises
(...) Mas anda, Euriclea, ve y tiende su lecho
allá dentro, en la sólida alcoba nupcial construida
en un tiempo por él; pon la recia armazón y haz su cama
sobre ella con pieles y mantos y colchas vistosas."
Tal habló tanteando al marido, mas hete aquí que Ulises
irritado le dijo a su esposa, la fiel y discreta:
"¡Oh mujer! Lo postrero que has dicho es lo más doloroso:
¿quién mi lecho cambió de lugar? (...)
Ningún hombre viviente y mortal ni en su edad más lozana
removido lo hubiera: tenía la labor de aquel lecho
su secreto y su marca y lo hice yo mismo y no otro. (...)
Tal le dijo y en ella quebró el corazón: flaquearon
las rodillas oyendo el preciso relato de Ulises;
rompió en llanto, a su encuentro corrió con los brazos tendidos
y estrechando su cuello le besaba el rostro y decía: (...)
Pero ahora que acabas de dar tan precisas y claras
las señales de aquel lecho nuestro que nunca vio nadie
sino sólo los dos y la hija de Actor, la sierva
que mi padre me dio cuando vine a esta tierra y que en tiempos
custodiaba las puertas del tálamo hermoso, mi alma
se ha sentido rendida ante ti con ser ella tan dura."
Así es como reencontramos en el John Wayne que regresa a casa en "The searchers" ("Centauros del desierto", 1956) toda la carga emocional de un Ulises insólitamente surgido del inconsciente creativo (...)
Jordi Balló, Xavier Pérez, La semilla inmortal. Los argumentos universales en el cine.